Esencia de la tarea
Esta tarea te anima específicamente a poner cada sección de tu sermón delante del Señor en oración.
Descripción detallada
Además de orar de forma general por el culto y la gente que asistirá, puede venir bien “orar tu predicación.”
Lo que quiero decir con esto es lo siguiente: haz una lectura de tu bosquejo o manuscrito “delante del Señor.” Ora sobre cada uno de los puntos. Pide que Dios los use. Pide que te corrija si algo está mal. Pide que te ayude a comunicar esa idea difícil en el párrafo 3 de la página 5 de una manera que le honre. Pide que la introducción capte la atención de la gente. Pide que la conclusión mueva a la gente a la reflexión, o al arrepentimiento, o a alguna decisión.
Básicamente es una especie de repaso ofrendado. Dedicas el mensaje al Señor, párrafo por párrafo.
Para hacer
No hay mucho más para decir, pero posiblemente un par de enfoques pueden ser de ayuda.
- Ora, especialmente, sobre las afirmaciones principales que surgen de cada bloque de pensamiento del pasaje. Dado que estas afirmaciones son lo que Dios quiere comunicar a la congregación, pide que lo haga.
- Ora sobre la efectividad de la introducción y la conclusión.
- Intercede a favor de cómo los oyentes oirán algunos puntos en particular.
- Pide que el Señor te guarde de tonos de voz que te hagan parecer más de lo que eres.
- Pide, sobre todo, que la excelencia de Dios y su verdad sean apreciadas.
A tener en cuenta
Para mí este siempre es uno de esos momentos sagrados en el que después de tanto sudar el sermón, me doy cuenta nuevamente que yo sólo soy el portavoz y que por más que haya preparado una predicación exquisita a nivel humano de investigación, estructura y expresión, no conseguiré nada si Dios no escoge usarla. Es también el momento en que más me doy cuenta de lo vital que es todo lo que está sobre papel para mi congregación. He tenido momentos muy intensos en los que me he encontrado rogando con lágrimas que el Señor haga ver a las personas alguna verdad en particular.
Sí, la predicación es investigación y redacción. La predicación es arte e interpretación. Pero sobre todo es ministerio. Ministerio en nombre de un Dios que se ha comunicado en persona y palabra, y que quiere que su mensaje llegue a las personas con toda su autoridad y amor.