Panorámica 3. Las 3 disciplinas a lo largo de la semana (texto)
Si damos por sentado la importancia capital de las 3 disciplinas de la buena predicación, surge una pregunta práctica. ¿Cómo pasar de los conceptos teóricos a la preparación real? ¿Cómo distribuir nuestro estudio de un pasaje bíblico para que el mensaje del domingo esté preparado con integridad, pero dentro del marco temporal del que disponemos? Evidentemente, es cuestión de reservar una porción óptima del tiempo disponible para cada disciplina. Y esto sería así tanto si preparamos todo en un mismo día como si lo hacemos a lo largo de varios días. Tanto si disponemos de muchas horas como si disponemos de relativamente pocas. Sin embargo, como la predicación suele tener una periodicidad semanal, la semana nos puede servir como marco de referencia ideal. Sería cuestión de simplemente realizar un poco de trabajo cada día, dentro de la rutina ordinaria de nuestras vidas. Es más, distribuir el trabajo a lo largo de siete días ofrece ciertas ventajas como pueden ser tiempo adicional para la reflexión y aplicaciones que casi se sugieren por si solas de las mismas experiencias y conversaciones de la semana. En principio, no habría razón por la que no se podría hacer una distribución equilibrada, dedicando un tiempo parecido a cada disciplina. Sin embargo, el hecho es que el volumen de trabajo natural correspondiente a cada disciplina no es igual. Además, como en cada disciplina podemos identificar aspectos definidos que la componen, puede resultar sumamente útil convertir esos aspectos en objetivos concretos a conseguir cada día. Veamos. Nuestra experiencia sugeriría que para los aspectos que hay que trabajar…
- Exégesis necesitará 3 días.
- Hermenéutica, 1 día
- y Homilética, 2 o 3 días
Es decir,
- Lunes, martes y miércoles me dedico a entender el sentido original del texto bíblico.
- Jueves me concentro en aclarar su significado para los seguidores de Cristo hoy en día.
- Viernes , sábado y domingo me esfuerzo por desarrollar un bosquejo que comunique lo descubierto de una manera dinámica.
¿Y cuáles son los aspectos concretos que representan los objetivos a conseguir cada día? Para nuestros fines, los nombraremos de la siguiente manera.
- Lunes: Contexto
- Martes: Contenido
- Miércoles: Estructura
- Jueves: Significado
- Viernes: Bosquejo
- Sábado: Manuscrito
- Domingo: Sermón
Por supuesto damos por sentado que no siempre el trabajo nos saldrá de una manera tan nítida. Siempre hay interrupciones. A veces, nos cuesta más un aspecto que otro. En otras ocasiones nos quedamos estancados ante un nudo teológico que hay que desentrañar. Etc, etc. Con todo, tener una estructura sencilla de este tipo nos puede ayudar mucho a la hora de organizarnos y priorizar nuestros esfuerzos cada día. De hecho, consideramos que un patrón de este tipo puede ser de tanta utilidad que la parte más importante de nuestros tutoriales en exegetica.net gira en torno a este proceso semanal. Además, como nuestra convicción es que normalmente transmitimos mejor el pensamiento bíblico si predicamos series sobre libros bíblicos completos, nuestro trabajo semanal ganará mucho en calidad y eficiencia si agregamos una etapa inicial de Preparación Previa. Finalmente, enfatizar la importancia de no perder de vista este patrón global.
- Sí, al igual que cada disciplina está compuesta de aspectos definibles, en cada aspecto se pueden identificar tareas y sub-tareas que los componen.
- De ahí que aparezcan tantos artículos y tutoriales – ¡sobre todo cuando pasamos al desarrollo de esas tareas y sub-tareas en una herramienta tan multi-funcional como el software bíblico de Logos!
Si acabamos pensando exclusivamente en torno a las múltiples prestaciones del software, o de las muchas tareas y sub-tareas que hay que realizar, el trabajo nos parecerá extremadamente confuso, laborioso e interminable. De ahí que volvemos a resaltar el patrón global. Es lo de siempre cuando se comenta lo del bosque y los árboles.
- Las 3 Disciplinas son el bosque.
- Los objetivos diarios son los árboles.
Si mantenemos estas distinciones claras en nuestra mente, los muchos detalles del software o de las tareas recomendadas no nos harán un lío en la cabeza. Es más, al sentarnos un martes, por ejemplo, para seguir estudiando sobre el pasaje del domingo, sabremos en qué lugar exacto del bosque nos encontramos.