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Panorámica 5. Sin herramientas es difícil trabajar (texto)
Sin herramientas es difícil trabajar.
Como predicador, tus herramientas son los libros. Y si trabajas en un entorno digital, entonces libros digitales y el software correspondiente.
Pero abordado el tema, debemos dejar algo muy claro. Al final del día, tu herramienta indispensable no son los libros, sino el libro – ¡La Biblia! Lo vital es un buen esfuerzo en la Biblia misma, junto con una dependencia sincera en la guía del Espíritu Santo.
Nuestras bibliotecas nunca pueden – ni deben – reemplazar las Escrituras. Nuestros métodos y software nunca pueden – ni deben – sustituir al Espíritu Santo.
Pero dicho esto, también debemos dejar claro que nuestro propio estudio en las Escrituras puede ser ampliamente enriquecido por el estudio de otras personas en las Escrituras. Y lo que el Espíritu Santo nos puede mostrar a nosotros probablemente ¡no esté peleado con lo que le ha mostrado a otros! Así que enfatizar la importancia de nuestro estudio en la Biblia bajo la dirección del Espíritu Santo no tiene por qué entrar en conflicto con la lectura del estudio de otros en la Biblia bajo la dirección del Espíritu Santo. De ahí que una buena biblioteca nos pueda ser de muchísima ayuda. Es más, puede mejorar nuestro estudio, guardarnos de ciertos errores y ahorrarnos mucho tiempo que podremos invertir en otras facetas de nuestro ministerio.
Pero volvamos a nuestro énfasis inicial.
Sin herramientas es difícil trabajar, y como predicadores, nuestras herramientas son el Libro y los libros. Y, dadas las fechas en las que vivimos, nuestras herramientas también pueden incluir software bíblico que nos acelere el trabajo con el Libro y los libros. De ahí que comprar nuestros libros en formato digital puede ser una opción sumamente interesante.
¿Por qué? Se me ocurren tres razones de peso.
Primero. Utilidad
- Los libros digitales son más portátiles (en mi iPhone llevo más de 4000 libros, sin que me pese ni un gramo más)
- Los libros digitales son más rápidos (pensemos, p. ej., en búsquedas instantáneas y bibliografías automáticas.)
- Los libros digitales son más funcionales y versátiles. Y no me canso de añadir que un libro en formato Logos es mucho más funcional y versátil para el estudio bíblico que un libro digital «normal». Un libro digital Logos hace cosas que un libro en un formato digital ordinario (como HTML, Kindle o PDF) nunca hará. Por ejemplo, a ver ¿cuál de esos formatos te puede enseñar la palabra hebrea que aparece detrás de la traducción castellana? o ¿situar el acontecimiento bíblico sobre el que lees en un cronograma de la historia del mundo?
Segundo. Precio
- Los libros digitales suelen ser más baratos que los libros impresos.
- Y si los compras en colecciones, suelen ser más baratos todavía. A veces, hasta apenas un dolar por libro.
- Es más, si los compras a plazos pueden resultar asequibles incluso para un presupuesto apretado.
- Desafortunadamente, para muchos se ha establecido la idea equivocada que Logos es muy caro. ¡Todo lo contrario!
- El software de Logos es gratuito y siempre lo ha sido.
- Es verdad que los libros cuestan dinero, pero los libros siempre cuestan dinero. Y si se compra una colección importante, suma mucho, ¡pero se trata de muchos libros!
- El problema, más bien, creo, es que en lo digital, nos hemos acostumbrado al hecho de que existen opciones de software bíblico que disponen de libros antiguos de dominio público o, incluso de libros pirateados. Y esto me lleva a una reflexión personal y a la tercera razón de peso para comprar libros digitales.
Tercero. Honradez
- En exegética.net llevamos años viendo la clase de búsquedas hechas en internet que traen personas a nuestra web. Uno de los más frecuentes es el de personas buscando algún comentario bíblico en un formato digital como el PDF para poder descargarlo gratuitamente. Es comprensible. A cualquiera le gustan las cosas gratuitas. El asunto es que estas cosas no suelen ser gratuitas. En internet suelen ser robadas. Y descargarlas es piratería.
- Mejor usar solo tu Biblia de papel que piratear recursos de manera ilegal. Mejor servir honradamente al Señor con aquello que él te permite, sin violar tu conciencia, sin violar la ley y sin deshonrar al Señor descargando material que no es lícito tener, si no se compra.
Dicho eso, conseguir una buena biblioteca es enteramente posible. De hecho, este vídeo se ha desarrollado precisamente para ofrecer motivos para ampliar tu biblioteca y hacerlo de la manera más barata y honrada posible. De ahí que concluimos con seis recomendaciones concretas.
- Uno. Decídete por una biblioteca digital en el formato Logos (será lo más completo, funcional y barato que podrás conseguir).
- Dos. Establece un presupuesto mensual para la compra de libros digitales (Son tus herramientas de trabajo. Merecen una inversión premeditada.)
- Tres. Si eres pastor, averigua si tu iglesia puede crear un fondo para tu biblioteca digital – ¡pocas cosas hay más sensatas que proporcionar al obrero herramientas de trabajo!
- Cuatro. Invierte lo apartado principalmente en colecciones y ofertas especiales que Logos ofrece de tanto en tanto. Comprados en colecciones o en ofertas especiales, ¡un libro digital en formato Logos te puede salir descontado en un 50 a 90% del precio de un libro impreso!
- Cinco. Compra sólo libros de calidad. Desgraciadamente – aún en el entorno evangélico – se publica mucho de erudición y teología cuestionable. Mucho sensasionalismo y emocionalismo. Ahorra tu dinero para recursos de nutrición sólida y valor perdurable.
- Seis. Prepara y comparte una o más «listas de deseos» en el sitio web de Logos. Si tienes amigos o familiares que a veces no saben qué regalarte por navidad o por tu cumpleaños o en alguna otra ocasión, se lo puedes poner fácil y así sigues ampliando tu biblioteca. Y por qué no, al pensar en «listas de deseos», también puedes animar a que otros preparen sus propias listas de las que tú puedes regalar.
Es verdad. Este plan no es gratuito. Lo siento. Todavía cuesta dinero.
- Pero a cambio – acabas apoyando a los autores que escriben…
- A cambio, acabas apoyando a las editoriales que se arriesgan económicamente a producir libros…
- A cambio, acabas apoyando a Software Bíblico Logos, que cada año, mejora – de manera gratuita – la herramienta con la que trabajas (cosa que les obliga, por cierto, a emplear a cientos de personas a tiempo completo)…
- A cambio, acabas, después de cierto tiempo, con una biblioteca nutrida y muy útil con la que puedes trabajar para alimentar a tu congregación…
- A cambio, acabas con una biblioteca que es realmente tuya.
Una biblioteca digital de calidad. Merece el esfuerzo. Merece la inversión.
Porque sin herramientas es difícil trabajar.
Y como predicadores, nuestras herramientas son el Libro, los libros y, posiblemente, un buen software bíblico que los integre y acelere.