Si has completado las seis tareas descritas en los artículos anteriores estarás listo para preparar las primeras predicaciones sobre el libro bíblico que vayas a exponer. Habrás cumplido con tu objetivo principal y alcanzado la meta de la preparación previa.
- Objetivo: Orientarse en el libro bíblico en su totalidad y distribuir las perícopas para la serie de predicaciones.
- Meta: Tener una distribución de perícopas para la serie que se base en un entendimiento de la estructura del libro en su totalidad, junto con una colección de notas que resuman toda la información más importante sobre las circunstancias de los lectores originales y los motivos por los que el autor escribió.
Obviamente, dependiendo del tiempo del que dispongas, también puedes agregar algunas otras actividades para afianzar tu entendimiento del texto bíblico a predicar a lo largo de la serie. Entre las posibilidades adicionales que se podrían mencionar, me gustaría destacar sólo las siguientes. Varias de estas ideas pueden incorporarse perfectamente a la rutina diaria sin casi suponer una carga adicional de tiempo.
Ideas Adicionales
- Escuchar el libro regularmente en audio. Encuentra una grabación y escúchala mientras vas en coche, haces ejercicio o das un paseo. De esta manera es posible asimilar grandes porciones de texto bíblico sin casi esfuerzo, y aporta mucho a tu conocimiento global del texto. Por ejemplo, hace un tiempo, cuando empecé a correr a diario, acabé escuchando todas las Epístolas Pastorales de Pablo unas 40-50 veces antes de comenzar una serie de estudios bíblicos sobre 1 Timoteo. ¡Me ayudó en gran manera!
- ¡Comenzar a memorizar el libro! Puedes memorizar versículos clave de tu libro, perícopas completas antes de predicarlas o, incluso, libros enteros. Te ayudará enormemente a tener soltura con el texto a la hora de predicar. Sin embargo, más importante todavía será el grado de meditación sobre el pasaje que esto te permitirá. Y tampoco tiene por qué ser demasiado complicado memorizar. Tuve un profesor que memorizaba voluminosamente simplemente con el hábito de leer en voz alta un versículo 5 veces al día unos 20 días seguidos. Y yo mismo, de joven, con sólo escuchar una grabación cada noche mientras lavaba los platos de la cena conseguí memorizar toda la Epístola a los Filipenses durante un verano.
Ideas en Versión Original
Si tienes conocimiento de los idiomas originales, probablemente tienes los estudios suficientes como para no necesitar orientación sobre estos temas. Sin embargo, puede que alguna de las siguientes ideas sean novedosas o, por lo menos, sea bueno recordarlas.
- Empieza a aprender / memorizar el vocabulario hebreo o griego. Probablemente tienes un vocabulario básico que incluye las de mayor frecuencia en el AT o NT. Para esta serie puedes ponerte a aprender vocabulario adicional que aparece con cierta frecuencia en el libro que estás estudiando. Hay libros que ofrecen listas de este tipo, como también software que lo puede generar. Ayudará mucho a la hora de leer y estudiar el texto original.
- Desarrolla la disciplina de escuchar una grabación del libro en el idioma original o léelo tú mismo en voz alta. Esto ha supuesto toda una «revolución» en mi manera de estudiar el Nuevo Testamento. Hace unos cuatro años me compré una grabación del texto griego del Nuevo Testamento leído por Spiros Zodhiates, un cristiano chipriota. En estos años la he escuchado entera ya más de diez veces mientras sigo con el Nuevo Testamento griego en la mano. ¡Espléndido! Para una serie sobre un libro neotestamentario específico simplemente se puede hacer uso de esa porción de la grabación y escucharla una y otra vez.
Lunes – Contexto