Imagínate que llegas a tu destino tras un agotador vuelo internacional, vas a la cinta de equipajes y descubres, con desaliento, que todas las maletas que hay en la cinta son idénticas: maletas rígidas marca Samsonite azul marino, con ribete verde. ¿Cómo sabrías cuál es tu maleta?
Afortunadamente, nuestras maletas personales siempre llevan todo tipo de identificadores. Incluso aunque todas las maletas fueran una Samsonite rígida de color azul marino con ribete verde, no todas llevarían esa pequeña pegatina del último viaje a Moscú, ni tendrían la rueda de transporte rota después del último viaje a las islas Canarias. Y, como poco, si has sido previsor y has seguido las instrucciones en facturación, tu maleta será la única que lleve tu nombre y dirección.
Piensa en las “etiquetas” como en los identificadores personales que distinguen tu colección de libros de las colecciones de libros de los demás. Aunque Pepe, Paquita y Pedro pueden tener la misma colección que tú, probablemente ellos la utilicen de forma diferente a como tú lo haces. Etiquetar tus recursos de Logos 4 para que se adapten a tu uso particular hace que te resulte más fácil encontrar el contenido que tú deseas encontrar.
Logos ya ha hecho una asombrosa categorización de recursos en tu colección. Por ejemplo, puedes hacer una búsqueda por nombre del autor, por idioma del recurso, por tema, por series, por fecha de publicación, etc. Estas categorías están disponibles y listas para ser utilizadas por cualquier usuario de Logos, al igual que Samsonite, azul marino, rígida y ribete verde categorizan a todas las maletas de nuestra imaginaria cinta de equipajes.
Sin embargo, averiguarás que hay otra manera de clasificar los libros de tu colección que realza el uso personal que haces de ellos. Estas categorizaciones representan las características especiales de tu maleta. Por ejemplo, puede que te hayas puesto como meta leer todos los libros de tu colección. Para hacer un seguimiento de tu progreso, puedes etiquetar cada libro que termines de leer con la etiqueta “Leído”.
Quizá sientas curiosidad por la inclinación teológica de cada libro de tu colección. En ese caso, puedes catalogar cada libro con su correspondiente etiqueta: “dispensacionalista”, “reformado”, “pentecostal”, etc.
Puede que te hayas puesto como tarea leer biografías cristianas para inspirarte y fomentar la fidelidad al llamamiento que Dios te ha dado. Etiquetar todos los recursos correspondientes como “biografía” te ayudaría a tener tu lista de biografías a leer al alcance de la mano.
Las opciones son interminables, y cuanto más interactúes con tu biblioteca, más formas encontrarás de etiquetar tus recursos de forma significativa para poder así encontrarlos con más facilidad.
No añadas etiquetas que no vayas a utilizar. Estás etiquetando estos libros para TI, no para el resto del universo.
Aquí van algunas ideas a tener en mente cuando te dispongas a “etiquetar” tu biblioteca. Las hemos cosechado de los foros en inglés de Logos.
1. Menos es más. Unas pocas etiquetas con muchos recursos dentro es mejor que muchas etiquetas con pocos recursos. Recuerda: Si una etiqueta tiene demasiados recursos dentro, puedes repartirla más tarde.
2. Un libro puede tener más de una etiqueta. Las etiquetas no son mutuamente excluyentes. Esta es una de las ventajas del sistema de etiquetar frente al de clasificar, donde cada recurso sólo puede entrar en una categoría.
3. Evita utilizar espacios en los nombres de las etiquetas. La utilización de espacios en las etiquetas obliga a poner comillas al hacer la búsqueda, lo cual ralentiza una búsqueda que debería ser rápida. Une palabras, sepáralas con un guión, o acórtalas, por ejemplo “cons-past”, o simplemente “consejería” para “consejería pastoral”.
4. Utiliza vocabulario controlado. Vocabulario controlado hace referencia a una lista preseleccionada de palabras y frases que se utilizan para evitar confusiones cuando se están haciendo búsquedas. ¿Por qué es necesario hacer esto? Imagina que estás etiquetando todos los libros que tienes sobre el tema de predicación. Es necesario que escojas una palabra o frase y que seas constante a la hora de utilizarla; por ejemplo “predicar”. Si un día vuelves a tu lista y empiezas a utilizar “predicación” u “homilética” para etiquetar los libros nuevos, tendrás una búsqueda incompleta cada vez que escojas una de las palabras.
- Documenta tu vocabulario controlado.
- Escoge con cuidado tu vocabulario controlado.
- Trata de resistir el impulso de añadir nuevas etiquetas a tu lista de vocabulario controlado.
- No utilices nunca una etiqueta si no está en tu lista de vocabulario controlado.
5. Evita utilizar campos básicos de biblioteca o agrupaciones de metadatos como etiquetas.
- No repitas las agrupaciones básicas de biblioteca de Logos como, tipo, autor, idioma, editorial, serie, etc.
- Trata de evitar el impulso de crear etiquetas para cosas que crees que deberían aparecer en la biblioteca (por ejemplo precio de compra, fecha de compra, etc.) Estas son oportunidades ideales para enviar una petición a Logos para que añada esa característica.
Con estas sugerencias en mente, prepárate para la próxima vez que aterrices en tu biblioteca Logos. Tómate un tiempo para pensar en la mejor manera de categorizar los libros de tu biblioteca con etiquetas identificativas que resulten útiles para tus necesidades e intereses particulares. ¿Necesitas ideas para empezar a “etiquetar”? Pincha en este enlace y averigua como etiquetan sus bibliotecas otros usuarios de Logos.