Esencia de la tarea
Esta tarea consiste en comenzar tu preparación para cualquier serie con una lectura voluminosa inicial del libro bíblico en cuestión y luego transicionar esa lectura hacia el hábito de ingerir el libro como un todo muchas veces mientras dure la serie. Quizás sea una de las mejores maneras de empaparte del contexto y posteriormente evitar decir cosas que no guarden una relación correcta con el resto del libro.
Descripción detallada
Posiblemente no exista mejor manera de prepararte para una serie de predicaciones sobre un libro bíblico que leerlo una y otra vez. De hecho, creo que este es el consejo que aparece siempre en todos los libros que he leído sobre el estudio bíblico.
Se trata de una tarea que en realidad es tanto previa como constante. En este momento, todavía no hemos comenzado la preparación de ningún sermón en particular. Estos son kilómetros de base, por así decirlo. Es momento de escuchar. Es momento de ir captando los grandes temas y argumentos del libro. Recordemos que en la Biblia los “mensajes completos” siempre nos vienen en forma de libros canónicos. El mensaje íntegro viene a nivel de libros. No de palabras. No de frases. No de oraciones. Ni siquiera a nivel de versículos, perícopas o capítulos. El mensaje entero es propiedad del libro entero. Lo que Juan dejó era su Evangelio, no el capítulo 3 suelto. Lo que Pablo envió a Colosas era la epístola, no los versículos 8-15 del capítulo 2.
Claro que hay unidades lógicas de pensamiento más pequeñas – siendo la perícopa la más importante de ellas (para uso homilético) – pero para entender el mensaje completo de un libro, hay que estudiar el libro completo. Así que esta primera tarea nos viene de cine.
Luego, cuando llegue el momento de ponernos manos a la obra y empezar a preparar predicaciones concretas, todos los sermones de la serie serán mejores porque estaremos “en forma” con el libro como un todo. Lo conocemos – ¡y bien! – como un conjunto. Por ejemplo…
- Sabemos que si este capítulo enfatiza una enseñanza, el siguiente equilibra el asunto con otro énfasis complementario, y así con muchos asuntos.
- Sabemos cómo matizar el tercer punto del cuarto sermón de la serie, porque sabemos que en los capítulos 5 y 6 el apóstol agrega unas aplicaciones que arrojan luz adicional sobre ese punto.
Así que organízate para empezar a leer voluminosamente el libro bíblico sobre el que irá la serie. Y luego, ¡ponte a leer!
Para hacer
¿Cómo harás tu lectura panorámica repetida? ¿Qué plan seguirás?
La tarea consta de dos partes. (1) Desarrollar ese plan de lectura y (2) Ponerlo en marcha. Te pueden resultar de ayuda algunas de estas sugerencias.
- Arranca con una lectura voluminosa inicial. Como mínimo, intenta leer el libro ENTERO una vez de un tirón. Si puedes, haz esto más de una vez. (Obviamente, con algunos libros largos esto será bastante difícil.)
- Planifica leer varias versiones diferentes.
- Planifica tanto una lectura preparatoria para la serie como una lectura panorámica que harás durante la serie. Ambas son importantes.
- Intenta leer el libro 10 veces antes de comenzar la serie.
- Luego, prueba leyendo un capítulo cada día durante la serie hasta completar el libro. Repite. Repite. Repite.
A tener en cuenta
Si el libro a estudiar es largo, posiblemente necesites un tiempo considerable para hacer tu lectura voluminosa inicial. A lo mejor vendría bien reservar la mañana de un sábado.
Luego está la tensión que sentirás durante la serie. ¿Qué podrías hacer para compaginar adecuadamente el estudio esmerado de una perícopa particular con una dosis constante, adecuada de lectura panorámica del libro?
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